Pormenorizando
la DOCTRINA OFICIAL
sobre el DIVORCIO y
las SEGUNDAS NUPCIAS

Este folleto no es para la venta. Es publicado por La Iglesia de Dios
y distribuido gratuitamente como un servicio educativo para el beneficio de la humanidad.
Tomado de El Comunicado de Abril de 1.980

Pormenorizando la doctrina oficial sobre el divorcio y las segundas nupcias
Dos categorías mayores
Santificado por el cónyuge converso
Lo mismo se aplica a los hijos
No tuerzan la verdad de Dios

 

Existe una gran diferencia entre la ley de Dios y las leyes instituidas por los gobiernos humanos. Dios nos ha dado su ley en la forma de principios generales para ser aplicados en casos variados, mientras que en las leyes nacionales, leyes estatales y reglamentos municipales, el HOMBRE intenta hacer miles de leyes pormenorizando todo pequeño detalle en leyes por separado.

En el tercer capítulo de la Segunda Espístola a los Corintios, se nos clarifica: "[Dios] asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu..." (versículo 6).

La ley de Dios es dada en un solo vocablo - AMOR. Dios es amor. Su ley es amor - ese vocablo resume el CARÁCTER de Dios. Luego, la ley es amplificada en dos grandes leyes, amor hacia Dios, y amor hacia el prójimo. Dios la amplifica aún un poco más en los Diez Mandamientos - los primeros cuatro nos dan los amplios principios de cómo amar a Dios y los últimos seis de cómo amar al prójimo.

Pero la intención de Dios ha sido que nosotros comprendamos el PRINCIPIO implicado y que lo apliquemos honradamente.

Recientemente se me notificó que muchos están encontrando puntos no muy claros para ellos en la ley sobre el divorcio y las segundas nupcias. Trataré de explicárselos un poco más, aunque en términos generales, y espero que los que buscan el CAMINO DE DIOS en vez de su propio camino, no tendrán dificultad en aplicar apropiadamente la ley de Dios según su intento espiritual. De lo contrario, quienes quieran razonar en torno a la ley de Dios para hacer lo que desean, estarán condenados ante los ojos de Dios.

Dios NO TRANSIGE CON SU LEY, NI LA DESVIRTÚA. Antes que hacer eso, Él DIO a su unigénito Hijo Jesús para pagar en nuestro lugar la pena del pecado arrepentido.

 

Dos categorías mayores

Lo que en realidad sucedió en 1.974 no fue un CAMBIO en la definición de la ley de Dios por parte de la Iglesia, sino la ADICIÓN de una segunda razón que deberíamos tener para el divorcio y las segundas nupcias, de la cual no nos habíamos percatado antes - así que ahora tenemos las DOS categorías.

Primero, y como lo entendíamos antes en la Iglesia, Jesús dio la fornicación (relaciones sexuales antes del matrimonio) como la causa para anular el matrimonio. Esta era una forma clara de fraude. Cuando era descubierta (en casi todos los casos) inmediatamente después de haberse contraído nupcias, sencillamente quería decir que Dios, estando enterado de este fraude, no había en realidad unido el matrimonio - por eso, lo que seguía era realmente una anulación, no un divorcio.

Sin embargo, esto no era aplicable en casos de matrimonio entre inconversos. A éstos de cualquier manera, Dios nunca los unió - fueron unidos por la ley del hombre y cualquier divorcio y/o segundas nupcias serían de acuerdo con la ley civil humana. Pero la Iglesia no aplicaría esta anulación si la pareja había continuado viviendo junta por un período de tiempo. Pueden haber otros tipos de fraude - como un matrimonio efectuado bajo la amenaza de una arma de fuego.

La segunda causa para el divorcio, afirmada en 1.974 por la Iglesia a través del apóstol de Cristo, se basó en 1 Corintios 7.

Este asunto de divorcio y segundas nupcias fue el problema más grande y dificultoso dentro de la Iglesia. Un día mi hijo Garner Ted se llegó a mí diciéndome que no parecía en lo absoluto haber sido esto un problema en la Iglesia primitiva - de acuerdo con el libro de Hechos y las epístolas de Pablo. Él me preguntó por qué. Enseguida, el Doctor. Herman Hoeh añadió algo al problema, y así descubrimos esta enseñanza en 1 Corintios 7, pero no habíamos reconocido esta enseñanza de divorcio y segundas nupcias en ese pasaje.

Allí Pablo habla (versículos 8-9) a los solteros y a las viudas. En los versículos 10-11, habla a los casados, y principiando con el versículo 12, se dirige "a los demás". Si un converso tiene una esposa que no es creyente, y ella está causando conflictos y problemas en el matrimonio por causa de la religión del esposo, NÓTESE CUIDADOSAMENTE, si ella consiente en vivir con él, no debe él divorciarse de ella - él NO TIENE BASE para divorciarse y volver a casarse.

Del mismo modo la mujer que pertenece a la Iglesia de Dios, si ella tiene un marido inconverso quien está dispuesto a vivir con ella a pesar de su religión, ella no debe abandonarlo (versículo 13).

Pero si el inconverso se separa - termina el matrimonio por motivo de la religión del miembro de la Iglesia - déjese que él o ella se separe. Ahora, ¡NÓTESE BIEN! Al miembro converso de la Iglesia no se le da causa para romper el matrimonio. Sólo SI el incrédulo se separa - rompe la relación matrimonial - entonces, y sólo entonces, el creyente (miembro de la Iglesia) deja de estar unido, quedando por tanto en libertad de obtener un divorcio (versículo 15).

Concibo que esto ocurriría en por lo menos dos maneras. 1) El miembro de la Iglesia se ha convertido recientemente y su cónyuge rehusa vivir con él o con ella por causa de la religión. 2) ambos han estado en la Iglesia, pero uno de ellos apostata, se amarga en contra de la Iglesia, rehusa vivir como esposo o esposa con el que todavía es miembro leal. En este caso, el amargado, al dejar la Iglesia, ha venido a ser incrédulo.

 

Santificado por el cónyuge converso

Considérese también el hecho de que Pablo da una RAZÓN importante para que el cónyuge converso CONTINÚE en el matrimonio si el incrédulo así lo desea. Nótese el versículo 14: "Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos".

"Santificado" NO quiere decir hacer a uno santurrón o sagrado. "Santificado" significa "separado" o colocado en una categoría especial.

Para poder comprender esto plenamente, necesitamos remontarnos hasta Adán y Eva. Cuando Dios los echó del huerto del Edén y con ángeles portando espada encendida impidió el paso a quienquiera que quisiera volver a entrar - o tener acceso al árbol de la vida (el ESPÍRITU SANTO) - Dios en esencia dijo:

"Ustedes ha hecho su decisión; se han rebelado contra mí, me han negado como su Dios, su Revelador de conocimiento, su Gobernante. Por tanto, los sentencio a ustedes y al MUNDO que nacerá de ustedes, a estar SEPARADOS de mí por 6.000 años - con excepción de LOS POCOS a quienes llamaré especialmente a mi servicio para prepararlos para el REINO DE DIOS".

Jesús confirmó esto cuando dijo: "Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere" (Juan 6.44).

La nación del antiguo Israel fue llamada especialmente por Dios el Padre para un propósito especial - a pesar de que los israelitas se encontraban separados del Espíritu Santo.

Pero el cónyuge incrédulo es puesto en una categoría especial - NO NECESARIAMENTE LLAMADO A RECIBIR EL ESPÍRITU SANTO O LA CONVERSIÓN ESPIRITUAL -pero sencillamente NO SEPARADO de Dios. Está en libertad de buscar a Dios, SI LO DESEA, y de llegar a convertirse. Se le coloca en una categoría especial, ni convertido o LLAMADO para una responsabilidad especial de Dios dentro de la conversión - pero, por otra parte, NO se encuentra en realidad SEPARADO de Dios - por lo menos en lo que toca a la categoría de la cual Jesús habló, diciendo que tal incrédulo no PODÍA venir a Él, excepto por un llamamiento especial a la salvación por Dios el Padre. Él está en libertad de BUSCAR A DIOS y de BUSCAR la conversión SI ÉSE ES SU DESEO - ¡no está SEPARADO de Dios!

 

Lo mismo se aplica a los hijos

Esta misma condición se aplica a los hijos del cónyuge que es creyente. No son ni LLAMADOS a la salvación NI están separados de Dios. Ellos pueden ser enseñados por el padre que está convertido y, cuando lleguen a la madurez, SI lo desean, pueden BUSCAR LA CONVERSIÓN. Están en libertad de buscarla - no se encuentran ya CORTADOS de Cristo.

Véase ahora 1 Corintios 7.16 "Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?"

Si el esposo o la esposa que se encuentra EN la Iglesia se divorcia del incrédulo quien, aunque no es miembro, está dispuesto a continuar siendo unido en matrimonio, ese miembro de la Iglesia coloca a su cónyuge inconverso en la categoría de SEPARADO de Dios - aunque tal cónyuge que no es miembro pudiera haber sido salvo para recibir la vida eterna en el Reino de Dios.

 

No tuerzan la verdad de Dios

Entonces, ¿POR QUÉ? OH, ¿POR QUÉ es que individuos que profesan ser miembros de la Iglesia de Dios procuran razonar en torno a la enseñanza clara de Dios, y otros en la Iglesia que NO tienen justificación para el divorcio procuran usar razonamientos humanos para TORCER estas escrituras con el fin de que se les concedan divorciarse y contraer segundas nupcias, lo cual la PALABRA DE DIOS NO LES PERMITE HACER?

No obstante, ¡muchos que profesan ser miembros conversos de la Iglesia de Dios han hecho precisamente eso! Hermanos, ¿he trabajado EN VANO para abrir sus mentes a la GLORIOSA VERDAD DE DIOS, y aun así ustedes desprecian la Palabra de Dios y lo que no entienden, lo tuercen por sus propios razonamientos defectuosos para OBTENER SUS PROPIOS DESEOS contrarios a la Palabra de Dios? ¿He trabajado tan largo tiempo entre ustedes EN VANO?

Algunos han falsamente afirmado que el suyo es uno de esos casos inciertos y han usado su propio egoísta y erróneo RAZONAMIENTO para entrar en una situación de divorcio y segundas nupcias, ¡EN CONTRADICCIÓN CON LA PALABRA DE DIOS!

Aun después de la decisión de 1.974, mi hijo Garner Ted Armstrong miró con desagrado las resoluciones de divorcio y segundas nupcias hechas por la Iglesia o sus ministros. Se me ha informado que Wayne Cole y Ron Dart, cuando estuvieron a cargo de la Administración Pastoral, se esforzaron por evitar hacer decisiones en tales casos.

En casos en que un hombre y su esposa han estado casados por casi un cuarto de siglo, miembros de la Iglesia han usado el razonamiento humano para permitir el divorcio, ¡y para que ambos contraigan nupcias con otros! En un caso particular, la esposa de casi 25 años, quien en realidad "anduvo tras" de su esposo antes de casarse, afirmó sencillamente que ya no le amaba. ¡Ambos, ella y su esposo, contrajeron segundas nupcias!

¡Tales casos son una HEDIONDEZ a la nariz del Dios justo! ¡Son una deshonra para la iglesia que se llama a sí misma IGLESIA DE DIOS! ¡Semejantes decisiones y acciones "liberales" YA NO SERÁN TOLERADAS en la Iglesia de DIOS, la que actualmente se está preparando para la segunda venida de Cristo!

La cuestión sobre la fornicación o cualquier otro fraude antes del matrimonio NO SE PUEDE USAR COMO CAUSA PARA DIVORCIO Y SEGUNDAS NUPCIAS después de que la pareja haya estado viviendo junta. A menos que se actúe de inmediato en relación con tal fraude - tan pronto como sea descubierto - ¡NO ES CAUSA para divorciarse y contraer segundas nupcias!

Jesús dijo con toda claridad: "...el que se casa con la repudiada [divorciada] comete adulterio" (Mateo 5.32).

¡Estamos viviendo en los ÚLTIMOS DÍAS! Jesucristo está por VENIR OTRA VEZ - ¡PRONTO! Cuando Él venga, su Iglesia se habrá preparado para el SUPREMO MATRIMONIO CON CRISTO. ¡Todavía no estamos preparados! Estamos llenos de tachas, manchas y arrugas espirituales. ¡Hemos estado permitiendo que la Iglesia sea invadida de lujuria, codicia y de otros PECADOS serios!
¡Estoy urgiendo ahora a la Iglesia a que se LIMPIE!