¿Se puede disolver el matrimonio?

Actualmente escuchamos y conocemos a muchas parejas que terminan tristemente separadas, quedan hijos en medio de batallas en los tribunales por la custodia y tutela de ellos, horas y dinero malgastados para lograr la nulidad del matrimonio y para ello, deben pagar para que alguien mienta y así el matrimonio sea declarado nulo ante el juez.


Existen muchos casos en que la nulidad es vendida y conseguida fácilmente. Mientras más poder y dinero tiene la persona es la rapidez en que se obtiene el trámite de nulidad matrimonial.


Pero, ¿se puede anular un matrimonio? ¿Puede una pareja divorciarse? ¿Cuándo termina el pacto matrimonial? Veamos qué escribió el señor Armstrong sobre este punto, y recurramos nuevamente al folleto ¿Aprueba Dios el Divorcio y las Segundas Nupcias:

"Una cosa y solamente una, puede deshacer aquel matrimonio: ¡la muerte!
Comprenda esa BASE FUNDAMENTAL de la institución matrimonial y todo lo demás le será muy claro. El matrimonio no es una institución humana. No es una institución política, civil o eclesiástica. Fue originado con Adán y Eva desde la creación. Fue instituido por Dios y por lo tanto, su autoridad no es del hombre, sino de Dios.


Por eso, LAS LEYES HUMANAS QUE CONTRADICEN LAS LEYES DE DIOS, NO TIENEN AUTORIDAD SOBRE EL MATRIMONIO. Las leyes obligatorias con respecto al matrimonio proceden solamente de Dios. ¡El Eterno NO HA DADO NUNCA AUTORIDAD A NINGÚN CUERPO DE HOMBRES, CIVIL O ECLESIÁSTICO, PARA PRONUNCIAR LEYES MATRIMONIALES CONTRARIAS A SUS MANDAMIENTOS!


Puesto que nuestros gobiernos humanos han promulgado leyes sobre el matrimonio, y en virtud de que es necesario que estemos SUJETOS al gobierno que nos rige, (pero sin transgredir las leyes del Eterno) todos los contrayentes, naturalmente, deben sujetarse a las leyes de los hombres hasta donde éstas se conformen a las de Dios, obteniendo una licencia para casarse y así efectuar una ceremonia legal, propiamente registrada.


Pero todos los legisladores que pasan leyes autorizando divorcios y segundas nupcias, ¡están desafiando al Dios Omnipotente y NO TIENEN ABSOLUTAMENTE NINGUNA AUTORIDAD!


¡Cualquier juez humano que concede un divorcio, basándolo sobre leyes formuladas por hombres, se coloca a sí mismo en rebeldía con la Corte más alta: la del DIOS ETERNO!


Alguien que procure un divorcio del marido o de la esposa, de cualquier corte humana desautorizada, recibe un divorcio NULO, no legal o válido según las leyes divinas.

Vemos que el matrimonio termina real y efectivamente con la muerte de uno de los cónyuges. Esto es algo que la mente humana no puede aceptar ya que es demasiado duro y difícil de deglutinar. Es por ello la exclamación de los discípulos de Cristo "Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse." (Mateo 19.11). La respuesta y comentario final de Jesús fue por demás clara y precisa "No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos A QUIENES ES DADO." (Mateo 19.12).


Vemos que los discípulos pensaban entonces como todo el mundo, se casan muy enamorados, pero "dejan una carta bajo la manga" para sacar en caso de que ya no desean seguir la relación conyugal con su mujer. Todos se casan con la posibilidad del divorcio en mente. Eso es el mayor error sobre todo en la mente de un convertido, de un hijo de Dios.


La persona que se casa y no está pensando que el matrimonio es para toda la vida está cometiendo un gravísimo error. Esa es una de las causas de los divorcios. Casarse hasta donde lleguemos. Casarse hasta donde dure el romanticismo. Casarse pensando en que en cualquier momento podemos renunciar al compromiso matrimonial.


Por ello el comentario de Jesús, "no todos son capaces de recibir esto". ¡NO TODOS PUEDEN DISCERNIR CON EL ESPÍRITU DE CRISTO!

¿Qué es "fornicación"?

El señor Armstrong en su folleto ¿Aprueba Dios el Divorcio y las Segundas Nupcias, menciona lo siguiente:"Pero Jesús hizo una excepción: 'si no fuere por causa de FORNICACIÓN'. ¿Qué es 'fornicación'?


¿Es lo mismo que adulterio? ¡NO! 'Fornicación' y 'adulterio' son absolutamente dos cosas diferentes.


Aquí está la definición del diccionario: 'Fornicación: Relaciones sexuales ilícitas sostenidas por personas NO CASADAS'. 'Adulterio: Violación de la fe conyugal'. La fornicación se comete antes del matrimonio y solamente por personas no casadas. Adulterio es infidelidad a un esposo o esposa.

 

¿Por qué no se casó Jesús?

En la revista Albores de la I.D.U. se tomó esta pregunta de una las muchas cartas que enviaba el público a la Iglesia, la respuesta refleja la enseñanza que se impartía entonces y que después con el correr de los años se perdió la brújula y quedó en el baúl de los recuerdos. Empolvada como otras muchas verdades restauradas por el señor Armstrong.

"Puesto que Jesús se propuso que el hombre tuviera una esposa, ¿no creen ustedes que Él contraerá matrimonio? A muchos quizás les parezca irreverente mi pregunta, pero considero que es natural que Él también llegara a tener una familia".

La respuesta a más de alguien le puede sorprender y vayamos al mismo artículo de la revista Albores:

"Por extraño que parezca, ¡Jesucristo TENÍA YA UNA ESPOSA! En Éxodo 19 y 24 El Eterno (que es lo que significa Yahvé o Jehová) del Antiguo Testamento, Jesucristo mismo (1 Corintios 10.4) hizo un pacto con Israel en el Monte Sinaí. Este pacto fue UN PACTO MATRIMONIAL. Observe lo que dice Jeremías 3.14: Aquí El Eterno (Cristo) exhorta a su esposa, "Convertíos, hijos rebeldes… porque yo soy VUESTRO ESPOSO".

Esta respuesta es muy reveladora y nos abre una puerta inmensa en lo referente a la verdad que hay detrás del matrimonio.


Además en el Curso Bíblico por Correspondencia (página 7) se publicó lo siguiente:

"¿Cómo y cuándo se convirtió en esposo de Israel aquel que más tarde fue Jesucristo? Jeremías 31.31-32; Ezequiel 16.8. Nótese también en Éxodo 19.8 y 24.7 el 'sí' dado por la 'esposa' (Israel) a su esposo (Yahvé o el Eterno, aquel que más tarde nació en carne humana como Jesucristo).


Comentario: El pacto celebrado en el monte Sinaí fue típico de UN CONTRATO MATRIMONIAL entre un hombre y una mujer. En términos simbólicos, fue un desposorio entre el Verbo (Cristo) y la nación de Israel."

¿Quién instituyó el matrimonio?

Veamos lo que escribió el señor Armstrong en el folleto ¿Aprueba Dios el Divorcio y las Segundas Nupcias, (I.D.U., 1.958):

"Ahora fíjese cuál fue el primero, el original, el fundamental, el básico reglamento para las relaciones entre esposo y esposa, es decir las cabezas de las familias. Cuando el Eterno creó al hombre sobre la tierra, Él ordenó la unión matrimonial. Esta unión no fue instituida por autoridad de corte humana, ni por las leyes de un Congreso.


Considere este pasaje de las Escrituras: 'Y dijo EL ETERNO DIOS: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él' (Génesis 2.18). Y Jesucristo dijo: '...pero al principio de la creación varón y hembra los hizo Dios. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. ...Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio' (Marcos 10.6-9, 11-12).


¡Este es el FUNDAMENTO de la unión matrimonial!
¡Esta es la base de la vida de la familia! Esta es la LEY DIVINA sobre la cual descansa el destino de las naciones.

 

Dos mandamientos de Dios protegen el matrimonio

Vemos que el señor Armstrong mencionó este aspecto que es muy decidor y avalador de todo lo expuesto en este estudio. Quizás a muchos les ocurrió que leyeron una infinidad de veces los 10 mandamientos y jamás repararon en este detalle. Dios protege al matrimonio con dos mandamientos que los tiene muy claramente definidos. Y es para que tengamos mucho cuidado en lo juicios que emitamos.


El 7° mandamiento dice: "NO COMETERÁS ADULTERIO" (Éxodo 20.7; Deuteronomio 5.18). ¿Ha reparado usted por qué no dice no fornicarás? Perfectamente pudo decir así, sin embargo, vemos que Dios tenía en mente la protección de la institución matrimonial. Dios instuyó que los hombres pasarían por alto este punto de la ley y conociendo la carnalidad de los hombres permitió a Moisés la licencia del divorcio.


El 10° mandamiento dice:
"No codiciarás la casa de tu prójimo, NO CODICIARÁS LA MUJER DE TU PRÓJIMO, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo." (Éxodo 20.17; Deuteronomio 5.21). Este mandamiento es muy importante, ya que es un mandamiento muy espiritual. No va a lo físico, va a la mente, la codicia comienza y se gesta en la mente de la persona. Es ahí donde trabaja Satanás para influir en el hombre y hacerlo caer en pecado. Vemos claramente que destaca en uno de los puntos el NO CODICIAR LA MUJER DEL PRÓJIMO.